SMED: cómo reducir los tiempos de cambio y mejorar la producción

El SMED, acrónimo de la expresión inglesa Single-Minute Exchange of Die, es una herramienta que pretende conseguir la reducción de los tiempos de preparación de maquinas y cambio de útiles que se invierten para realizar un cambio de formato (tiempos de set-up), minimizando por tanto estos tiempos y minimizando los costes provocados por los paros de las líneas.

El objetivo final de la técnica SMED, es permitir al sistema productivo de cualquier organización, producir solo aquello que demanda el mercado.

Tradicionalmente las operaciones de set-up, han requerido tiempos elevados de parada de las líneas, incrementando con ello los costes totales y priorizando de esta manera la dimensión del lote y penalizando el número de cambios a realizar. Las consecuencias de este tipo de producción se traducen en:

  • Despilfarro provocado por el exceso de stock acumulado, que no se venden, inmovilizan recursos y alargan el lead time del proceso.
  • Demoras en las entregas provocadas por la espera de producciones que no se ajustan a las cantidades requeridas por los clientes.
  • Perjuicio de la calidad de los productos almacenados e incremento del espacio de almacenaje.

Dado que el tiempo de set-up va a ser el mismo independientemente del tamaño del lote, el planteamiento puramente contable intenta minimizar la cantidad de paradas de la línea y por tanto, trabajar con grandes lotes.

La reducción de las paradas, consigue reducir el muda del set-up pero obliga a incrementar el inventario de material, generando un problema todavía mayor.

Cuando los cambios de útiles se hacen rápidamente, los costes de las paradas se reducen drásticamente, permitiendo a la empresa la producción en pequeños lotes y por tanto, permitiendo:

  1. Mayor flexibilidad para producir los bienes al ritmo que demande el cliente y pudiendo atender a demandas cambiantes sin mantener grandes stocks.
  2. Una producción «tirada por el cliente», tanto interno como externo, permitiendo los plazos cortos y las entregas rápidas de los bienes.
  3. Incremento de la productividad propiciada por la reducción en los tiempos de set-up.
  4. Minimizar la cantidad de WIP, por la reducción del tamaño de los lotes.

La aplicación de un SMED a una línea de producción se estructura en 4 fases diferenciadas:

  • Análisis de la situación inicial (Fase 1): Consiste en identificar todas las actividades de preparación de las máquinas y de cambios de utillaje que tienen influencia en el tiempo de set-up.
  • Separación clara entre set-up interno (maquina parada) y set-up externo (maquina en producción) (Fase 2): En esta fase se trata de evidenciar las operaciones que se pueden realizar con la línea funcionando.
  • Conversión del set-up interno en set-up externo (Fase 3): Llegado este punto, el objetivo se centra en reducir el set-up interno, transformando el máximo las operaciones de set-up interno a externo.
  • Mejora de los procedimientos de set-up interno y externo (Fase 4): Se deben analizar en detalle cada uno de los elementos básicos que inciden en la operación. Este análisis busca la simplificación y la estandarización de las actividades de set-up.

Los principales objetivos del SMED son:

  • Reducción del tiempo total (interno y externo) necesario para realizar el cambio de formato
  • Reducción de los errores ligados al set-up
  • Reducción del stock, tanto de producto terminado como de producto intermedio
  • Aumento de la capacidad productiva (real) de la máquina
  • Mejora de la calidad
  • Mayor seguridad (mejores condiciones)
  • Mayor facilidad de “house keeping” (estandarización de los útiles)
  • Reducción del lead time total de producción (esperas de proceso, esperas de lotes, etc.)
  • Mayor flexibilidad de producción
  • Mayor motivación del personal (menor rechazo en el cambio de producción)
  • Eliminación del “bloqueo conceptual “y desarrollo de nuevas habilidades (mejora continua)
  • Revolución en el método de producción

Estos objetivos se consiguen gracias al cambio experimentado en el sistema productivo fundamentado en las siguientes premisas:

  • Producción en lotes pequeños
  • Producción sobre pedidos reales y no sobre previsión
  • Eliminación del muda e inventario
  • Estandarizar las acciones a desarrollar para la realización del set-up

Un programa SMED es aplicable a cualquier empresa, grande o pequeña, que esté dispuesta a afrontar una transformación organizativa y donde todos los niveles de la organización adquieran un compromiso hacia la mejora continua.

La experiencia demuestra que se pueden obtener grandes beneficios en cualquier área de la empresa, ya sea a nivel de líneas de producción como a nivel de oficinas u otros departamentos de la organización.

En definitiva la implantación de un programa de SMED nos permite mejorar:

  • La calidad. Producir más y mejor, con menos productos defectuosos, menos averías, etc.
  • El plazo. Se mejora la productividad, lo que permite producir en el plazo que necesita el cliente.
  • El  producir a un coste que permita generar más recursos para la fábrica, con un menor nivel de existencias e inventarios.
  • Las condiciones de trabajo. Supone trabajar mejor, con menos accidentes, menos movimientos y traslados inútiles, mayor cooperación y compromiso, mayor conocimiento del puesto de trabajo, etc. ya que la metodología de implantación de basa en el trabajo en equipo y permite involucrar a los trabajadores en el proceso de mejora. Además, mejora de forma importante la seguridad laboral.

Os dejamos un vídeo de la herramienta explicada en menos de dos minutos.