¿Se habla lo suficiente de seguridad del paciente? ¿y del valor?

El martes pasado estuve en unas jornadas sobre seguridad del paciente quirúrgico organizadas en el hospital Ramón y Cajal por la Fundación Mapfre y AEGRIS. La verdad es que fueron muy instructivas e invitaron a la reflexión. Se plantearon temas interesantes como la variabilidad en la práctica clínica o las claves para conseguir una verdadera cultura de la seguridad del paciente. Desde aquí quiero dar la enhorabuena a todos los ponentes y al comité organizador.

Sin embargo, de todas las exposiciones, hoy quería destacar la del Sr. Xose Manuel Meijome “Enfermería y seguridad del paciente quirúrgico integrando información en conversación”. Desde mi punto de vista, trató dos temas clave en la seguridad quirúrgica.

El primero punto fue cuestionar si se habla lo suficiente de seguridad en el quirófano o, por el contrario, se suele hacer el silencio cuando se produce un error. Aquí no puedo dejar de recordar la frase de Niels Bohr (premio nobel de Física en 1922) “Un experto es una persona que ha cometido todos los errores que se pueden cometer en un determinado campo”. Si no se comparte la información del error, no se puede crear cultura de la seguridad del paciente.

Fuente: X.M. Meijome durante las jornadas de seguridad quirúrgica
Fuente: X.M. Meijome durante las jornadas de seguridad quirúrgica

El segundo, y que no deja de estar ligado con el primero, es como conseguir una verdadera implantación del check list quirúrgico. Son “los dos minutos más caros” (palabras textuales de X.M. Meijome) y sin embargo, no se hace correctamente. En su día ya hablamos sobre El check list en sanidad, otra idea digna de difundir. Han pasado más de tres años y desde entonces, he estado en muchos bloques quirúrgicos españoles, y sólo en 1 ocasión el check list se hizo con todo el equipo presente, prestando atención y siendo un verdadero chequeo ante los errores. A estas alturas, no creo que la clave del éxito en la implantación resida en el liderazgo, el trabajo en equipo o la customización del documento (que también es necesario) sino en dar visibilidad al error detectado y que no ha producido daño gracias a la verificación realizada. Como decía el Sr. Meijome, cuando se pasa el checklist y se detecta un error, inmediatamente se debe gritar a los 4 vientos, para que sea visible la utilidad de esta herramienta.

Y yo quiero añadir mi grano de arena y ampliar la reflexión: ¿se habla del valor para el paciente? ¿Cuánto tiempo dedicamos a ello? Pero desde una visión REAL de paciente. En varias ocasiones he puesto ejemplos de casos en los que se ha diseñado un proceso pensando en el paciente donde, finalmente, no se satisface las necesidades del usuario y la familia.

Un ejemplo: desde hace unos años tengo la costumbre de mirar los horarios de información y visitas en la UCI. En muchos casos, se establecen franjas horarias donde los familiares, en pocos minutos, ven al paciente, reciben toda la información sobre el estado y evolución de su familiar, y tienen que tomar decisiones. Es muy estresante… Y ¿Por qué no se organiza de otra forma? Posiblemente porque se piensa que es la forma más óptima de dar una buena atención al paciente; porque con horarios, los profesionales pueden dedicarse a la asistencia el resto del día, sin interrupciones. Pero, ¿no es posible otra forma de hacer las cosas? ¿No se puede conjugar la atención asistencial con otros factores como la información, el trato o la asistencia social?

Otro dato, hace poco escuché que sólo el 33% de los pacientes entienden a su médico (fuente: ponencia de Mª Ángeles Fernández “Co-digo amable” durante las IV Jornadas de Lean en sanidad). Esto me hace corroborar la idea de que debemos analizar el valor más allá de la práctica médica o la asistencia.

Pero no todos los ejemplos van a ser negativos, hoy es viernes y queremos irnos de fin de semana con buen sabor de boca, por lo que he querido recuperar una noticia (http://goo.gl/GOMBdW) de hace varios meses que cuenta una iniciativa donde se pensó, y mucho, en las necesidades del paciente: El Pal-joc ideado por Guillem Puché (adjunto a la Dirección de Enfermería del Hospital Sant Joan de Déu).

seguridad paciente, valor paciente“Los palos portasueros clásicos son un soporte pensado para que el paciente que lleva una vía tenga cierta autonomía de movimientos y la base es muy inestable” “los niños ingresados se subían a los palos portasuero para que sus padres les arrastraran por los pasillos” “pueden caerse y arrastrar tras ellos la botella de suero y la aguja. Prohibir que los niños se suban al palo iba a ser una guerra perdida, así que había que buscar una solución al problema.” “Un día cogí papel y lápiz y dibujé un palo portasuero con una plataforma estable y una especie de manillar para sujetarse” “Es difícil objetivar los resultados, pero mejora el bienestar emocional del paciente y le ayuda a aceptar el tratamiento porque se lo toma como un juego”

Buen fin de semana.