Implementar Lean no es simplemente gestionar o mejorar procesos, sino que requiere un nuevo enfoque de la mejora y un cambio de pensamiento en toda la organización. Pero para conseguir esta nueva cultura (basada en ideas como la eliminación sistemática del MUDA, la estandarización, las personas y la mejora continua), debemos seguir un orden en la aplicación de todas ideas que están detrás del pensamiento Lean.
Y como nos gusta predicar con el ejemplo, hemos querido explicároslo a través de un esquema muy visual y sencillo: nuestra infografía de los 7 pasos para implementar Lean.
Y como nos gusta predicar con el ejemplo, hemos querido explicároslo a través de un esquema muy visual y sencillo: nuestra infografía de los 7 pasos para implementar Lean.
- Definir el valor de cada producto
El valor es aquello que satisface las necesidades del cliente final. Lo relacionamos con aquellas actividades que transforman durante el proceso, aunque no todas ellas aportan valor. Como dice Henry Royce: “Todo el tiempo que se está trabajando con el producto se añade a su coste, pero no necesariamente a su valor”.
Nuestra experiencia nos dice que no siempre es sencillo definir el valor y es por ello que debemos dedicar un primer momento a investigar y acordar el valor de cada producto. - Identificar el flujo de valor del proceso
Una vez definido el valor, se debe analizar el flujo de valor del proceso; es decir, entender cuándo, cómo y porqué se genera el valor.
El flujo de valor se define para un producto específico (o familia de productos), y comprende todas las actividades de planificación y producción por las que pasa dicho producto hasta llegar al cliente. - Eliminar el Muda
Ahora que tenemos claros los flujos de creación del valor, tenemos que centrarnos en eliminar de forma sistemática el desperdicio (MUDA), o sea, cualquier actividad que consume recursos y no aporta valor para el cliente final. - Hacer fluir el valor sin interrupciones
Una vez eliminado el “MUDA” es más fácil lograr que las actividades de trabajo ocurran de forma continuada, sin interrupciones. Este será nuestro siguiente objetivo, conseguir un flujo de trabajo continuo.
Para ello, hay que abandonar el enfoque tradicional de trabajo en grandes lotes y enfocarse en trabajar unidad a unidad para poder ajustarnos a la demanda de forma más flexible. - Dejar que el cliente tire del valor
Hemos conseguido un cauce de agua continuo pero es el momento de regular el caudal. Este caudal deberá aumentar o disminuir según la demanda del cliente. Para ello, mejoraremos los procesos para ser capaces de diseñar y producir lo que el cliente desea en un preciso momento. - Equilibrar el trabajo
Para seguir avanzando, deberemos distribuir el trabajo de manera homogénea y equilibrar las distintas fases del proceso. - Mejorar continuamente
Y por último, no debemos olvidar que la mejora es un camino sin final y que es necesario mejorar continuamente el sistema para seguir eliminando los despilfarros y creando procesos brillantes (que se adaptan a las necesidades del cliente y con cero errores).
Para conseguir una organización Lean hay que seguir cada paso de los descritos anteriormente, y utilizar este camino para desarrollar las capacidades de las personas e involucrarlas en el pensamiento Lean.