Kilian Jornet, una forma distinta de enfrentarse a los retos

Retos, perseverancia, pacienciaCada año empezamos el mes de enero cargados de buenas y nuevas intenciones. Algunas las cumplimos durante el año, pero otras se quedarán para llenar la lista del próximo 1 de enero. Seguro que algunas de estas intenciones supondrán cambiar hábitos (por ejemplo, hacerse un zumo de naranja natural para los desayunos), y en otros casos estos propósitos serán un gran reto (ejemplo: dejar de fumar o subir una montaña). Para el cambio de hábitos, dicen que lo ideal es repetir un comportamiento durante 30 días para que se convierta en una costumbre. En el caso de los retos, creo que lo mejor es fijarnos en como los grandes deportistas se enfrentan a ellos.

Uno de los deportistas españoles menos conocidos pero que más logros ha conseguido en su vida es Kilian Jornet (www.kilianjornet.cat), un amante de los deportes de montaña. A sus 25 años, ha logrado en diversas ocasiones ser campeón del mundo en carreras de montaña, ha ganado la Ultra Trail Mont Blanc de los últimos años, y tiene diversos récords en ascensos y descensos de montañas como el Kilimanjaro. Sin embargo, lo que más me fascina de él es su filosofía de entender la vida y amar la montaña.
Kilian Jornet

Kilian cree en valores como la responsabilidad, la simplicidad y la lucha. Es de los que piensa que cuando las emociones se comparten, no se suman sino que se multiplican. Define el éxito como disfrutar con lo que haces. Admira la gente que es honesta consigo misma. Y una frase que le inspira es «Solo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar» (Paulo Coelho). Para conocer qué tipo de persona es, os animo a leer esta entrada que publicó hace años pero que muestra que además de ser un gran atleta, es una gran persona.

Hace años que practico deportes de montaña y, al igual que Kilian, he aprendido a enfocar la vida, los retos personales que surgen y los proyectos profesionales como el ascenso a una cumbre:
  • Lo primero, aunque sea obvio, es bueno recordar que el reto debe ser alcanzable (en objetivos y plazos) y su consecución ha de depender solamente de nuestro trabajo. Lo mejor es partir el reto en pequeños hitos. Por ejemplo, qué sentido tendría plantearnos el reto de crecer 3 cm antes del verano cuando no podemos hacer nada para conseguirlo; cuando nos midiéramos en julio sólo conseguiríamos frustrarnos. Sin embargo, para crecer debemos estar sanos y algo que sí que podemos plantearnos es: a) comer de forma equilibrada y b) salir a correr 3 veces por semana.
  • Asociado al punto anterior, cada vez que iniciamos un reto, es bueno planificar un guión para conseguirlo. En el caso de la montaña, debemos pensar que ruta seguir, cuando la haremos y que equipación llevaremos. Sin embargo, surgirán imprevistos y deberemos ser flexibles, creativos y replanificar el guión. Así que cada excursión o cada proyecto además de requerir programación, estandarización, entrenamiento y técnica, necesita «arte», inspiración y don.
  • A menudo, subir zigzagueando las montañas es la forma de llegar en condiciones a la cima; nos permite allanar la subida y disfrutar del camino. En otras ocasiones, un peñasco o un río harán que debamos retroceder y buscar un nuevo sendero para vadearlo. Es importante recordar que no siempre el sendero más directo es el más rápido.
  • La montaña me ha enseñado valores como la perseverancia, la paciencia y la sensatez. Para conseguir el reto, es importante prepararse y trabajar la ascensión, pero hay veces que cuando el día no acompaña o realmente no estás preparado, es mejor dejar la cima para la próxima ocasión. Las montañas siempre estarán allí. El fracaso no es no coronar una montaña o no conseguir tu reto, sino no ser capaces de intentarlo.
  • Con los retos aprendemos que somos más fuertes de lo que pensamos. Las nuevas circunstancias nos obligan a salir de nuestra «zona de confort», vencer el miedo a lo desconocido, crecernos ante las adversidades y comprobar que podemos lograr cosas que ni imaginábamos.
  • «La montaña, el deporte y la vida son siempre un trabajo de equipo, donde cada uno pone su grano de arena para que la aventura tenga éxito”. Unos aportan conocimiento, otros experiencia, otros entusiasmo… y todos aportan compañerismo. Toda excursión o todo proyecto conlleva riesgos y sin la implicación y el compromiso del equipo, sería imposible superarlos.
  • Kilian, en su libro Correr o morir comenta que llegar el primero en una carrera no siempre supone sentirse ganador, ya que ganar es lograr alcanzar tu reto. Cada uno debe ponerse sus propios retos y buscar una motivación intrínseca para lograrlos. Cito textualmente “He visto a grandes ganadores, a personas que se han vencido a sí mismas y que han cruzado la línea de llegada llorando, sin fuerzas, pero no por el agotamiento físico, que también, sino sobre todo por haber logrado terminar aquello que ellos sabían que en el fondo sólo era fruto de sus sueños” “Ganar es vencerse a uno mismo. Vencer a nuestro cuerpo, nuestros límites y nuestros temores. Ganar significa superarse a uno mismo y convertir los sueños en realidad”.

Ahora Kilian está inmerso en un nuevo reto, el proyecto «Summits of my life», donde durante 4 años tratará de subir y bajar lo más rápido posible algunas de las montañas más espectaculares del mundo, buscando sus límites, con simplicidad, en silencio, con esfuerzo y con aprendizaje. A Kilian, a Lalo y a todos los que este año tengáis nuevos retos, os animo a luchar por ellos.

Retos, perseverancia, paciencia