Historias del verano: Cambiar un estándar

Estandares de trabajoTodos sabemos que en el cuarto de baño el grifo del agua fría está a la derecha y el del agua caliente a la izquierda. Los dos se abren girando en dirección contraria a las agujas del reloj.

El pasado fin de semana viajé a Praga y disfruté mucho de la ciudad. Me alojé en el hotel Barceló Old Tower en la ciudad antigua. A menos de 5 minutos caminando de lo que creo es la zona más bonita de Praga. El hotel merece la pena no sólo por su situación sino por sus instalaciones y el servicio.

Y es en las instalaciones donde aparece el detalle que motiva esta entrada. En la ducha hay tres grifos. Los dos extremos son la entrada de agua caliente y fría y el del centro dirige la salida de agua a la “alcachofa” superior o al “teléfono”.

La variación es que el grifo del agua fría se abre como el estándar en España (girando en dirección contraria a las agujas del reloj) pero el del agua caliente se abre al contrario (girando en dirección a la agujas del reloj). Es decir, los grifos se abren con giros opuestos. No es un error porque ocurre lo mismo en el lavabo. No se si es un detalle de diseño del hotel, o si es la costumbre en la República Checa.

La realidad es que un detalle tan sencillo, un cambio de estándar tan simple no es fácil de asumir. Al menos por mi cabeza de ingeniero. Mientras me duchaba giraba el grifo izquierdo a la derecha para reducir la temperatura, pero en este caso abría más el flujo de agua caliente aumentándola… A la cuarta ducha, casi lo tenía controlado y sólo cometí un par de errores.

Puede que sea especialmente cuadriculado, puede que me cueste especialmente asumir los cambios, seguro que esta dificultad tiene mucho que ver conmigo, pero la realidad es que me mostró cómo es de difícil convertir un pequeño cambio en algo rutinario. Y en seguida recordé como he visto hacer un cambio de estándar que supone un nuevo método de trabajo, una nueva herramienta, un nuevo proceso con un simple email que lo anuncia.

Y lo peor de todo es que asumimos que con esto basta… así que a la hora de introducir un nuevo estándar propongo que pensemos en la última vez que los grifos no cumplían el estándar, o cualquier otro pequeño cambio y tomemos nuestro tiempo en conseguir que el cambio se implante de una manera  realmente efectiva.