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Compartir en su muro los flujos de información sobre el desarrollo de un proyecto para que todos los miembros del equipo estén informados en todo momento.
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Crear grupos de trabajo con acceso restringido a los miembros involucrados en el proyecto o en la conversación.
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Crear grupos en los que sólo haya directivos, otro para el equipo de marketing, otro para recursos humanos, etc.
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Comentar el estado de los usuarios, marcar el me gusta como en Facebook, utilizar hashtags como en Twitter, app para premiar un trabajo bien hecho, etc.
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Agiliza la comunicación empresarial. El beneficio más importante de una red social interna es su capacidad de facilitar la comunicación desde cualquier sitio y en cualquier momento. Si estamos en la oficina o trabajando desde casa, en una reunión o de viaje podemos fácilmente conversar con nuestro equipo a nivel de grupo o a nivel individual de empleado a empleado.
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Eficiencia. Es un sistema que permite compartir con facilidad, almacenar y acceder a los documentos de trabajo.
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Mejora la cohesión del equipo y la motivación. Tener una red social interna ofrece un ambiente más relajado para los empleados y refuerza la motivación del trabajador.
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Gestión eficaz y eficiente del correo electrónico. Con la red corporativa se alcanza una reducción sustancial de los mails. En una anterior entrada hablé de La invasión de los mails y del tiempo que implica la gestión del correo por parte del trabajador.
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Fomentar la creatividad y la participación del empleado. Los empleados pueden participar activamente a través de comentarios y sugerencias estimulando su creatividad y la generación de nuevas ideas, identificándose con la empresa y participando en sus mejoras.
El correo electrónico se ha convertido en la herramienta fundamental de trabajo en la oficina. Sirve lo mismo para comunicarse, en tiempo real o en diferido, para almacenar información, asignar tareas, establecer flujos de información en secuencias de mensajes…
En varias entradas hemos planteado cómo el correo ha dejado de ser una buena herramienta de comunicación para convertirse en una mala herramienta que vale para todo… Es como el «alambre y la cinta aislante” del mecánico chapuzas: No hay asunto que se le resista. Y precisamente por esto, está generando mucho más desperdicio de lo que resuelve. Se pierde tiempo al buscar información, se producen errores de comunicación, etc. Pero por encima de todo se convierte en una herramienta de defensa frente a los demás. Cuantas veces hemos oído a alguien decir que ya lo había avisado en un correo electrónico.
Sí el email se ha convertido en una plaga en nuestras oficinas. Recibimos cientos, y sólo unos pocos son verdaderamente útiles. Sin embargo la Web 2.0 nos propone nuevas herramientas que devuelven el correo a su justa utilidad. Que bien utilizadas nos aportan la capacidad de eliminar el MUDA (desperdicio) de nuestros procesos administrativos.
¿Podríamos pensar en la red social como una herramienta más de la filosofía Lean?